sábado, 21 de mayo de 2011

Viernes.

Si no escribo estas líneas, difícilmente logre comenzar a resolver el parcial domiciliario de Teoría y Análisis Literario. Tengo la necesidad acumulada que con el tiempo se ha convertido en un inmanejable envión hacia lo intrascendental de esta hoja. Es viernes. Ya sábado, en verdad, hace unos cincuenta y seis minutos. Acá estoy. Iván Noble y Joaquin Sabina me cuentan qué tal otro jueves cobarde, mientras tomo el último sorbo del primer vaso de Fernet que me deparará la larga y triste noche. Hay un rico olor a sahumerio, pero indescifrable. Era eso. Solo escribir. Solo una idea o dos. No importa. A veces sólo necesito escribir. Aunque sea una palabra, una letra, un signo. ¿Qué más da? Si al fin y al cabo el lenguaje no es más que una convención del ser humano que no dice nada, y a la vez, dice todo. 


(Se despidió de mi y por unos segundos me quedé observando la pantalla. Algo aprendí hoy: Según Angela, cuando te comes las uñas, te comes a tu mamá)

2 comentarios:

  1. estoy de acuerdo. escribir porque por algo pensé en escribir, no importa si atrae, si espanta, si es creativo, si es trillado.
    Es una pausa, un momento con uno mismo.
    Por ejemplo, te escribo este comentario que no tiene ninguna utilidad.
    y lo finalizo con esta frase maravillosa:
    " Haz estupideces, pero hazlas con entusiasmo. "

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  2. Genial! Me encanta que nos entendamos :) Te quieroooooooo

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